¡CONCIERTO-RECITAL ESPECTACULAR JUNTO A ANDREA PORCAR, IÑAKI NAZABAL E IAN SALA!
FESTIVAL ROSELLES 32
L'ONCLE JACK (L'Hospitalet)
4 de Noviembre 2016
IÑAKI NAZABAL + IAN SALA
SALVA SOLER + ANDREA PORCAR
Invitados: JAUME MUÑOZ y HECTOR HUVE
Hay noches que se quedan grabadas por muchos motivos.
Y algunas se quedan grabadas, a fuego, por todos los motivos.
Imaginad que tenéis la fortuna de estar programados en un festival prestigioso que se celebra en un local tan acogedor que ya es casi como un hogar.
Imaginad que además ese recital lo compartís con vuestra media naranja artística, con la que hacía mucho tiempo que no coincidíais en escena.
Imaginad, además, que en el cartel, coincidís con dos amigos, a los que admiráis por muchos motivos y sobretodo por su calidad artística y humana. Y que en ese recital os iréis alternando, recogiendo la energía de ellos y dejando la vuestra.
Imaginad que, además, podéis colaborar y hacer un par de piezas juntos preciosas, emotivas, de una calidad excelsa, gracias al buen entendimiento que surge de la propia relación humana.
Imaginad, además, que dos artistas a los que admiráis profundamente por lo que escriben, pero sobretodo por lo que son, sin más floritura que lo que emanan en esencia, aceptan desinteresadamente colaborar en ese recital e interpretar una pieza cada uno.
Uno, que digamos se pudiera llamar Hector Huve, incluye uno de sus poemas de luz en uno de los nuestros, llamado 3600 segundos. Y el resultado es asombroso.
Imaginad que el otro, llamado, por ejemplo, Jaume Muñoz, confluye junto a tu compañera escénica, llamémosla Andrea y crean una pieza que partiendo de la Vie en Rouge, entra en una vorágine de miedo subconsciente y regresa a la superficie de esa belleza francesa inicial... Y el resultado es asombroso.
Imaginad que juntos, los seis, creásemos una apoteósis final. Una ráfaga de versos cortos sobre un colchón de música creada en el momento. Y el resultado es absolutamente asombroso, cerrando el espectáculo con un broche de diamantes enérgicos.
Imaginad, además, que el público abarrota el local. No cabe un alma más.
Imaginad, además, que ese público, desde el minuto uno está volcado, entregado, se deja viajar con vosotros, se emociona, ríe, llora, genera silencios llenos, igual que estruendos de palmas.
Y que establece un feedback con los artistas de aquellos que no se pueden explicar si no crees en lo intangible.
Imaginad además que todo esto dura casi dos horas y cuarto y se hace corto.
E imaginad que por un momento, tenéis esa capacidad que tantas veces nos cuesta, de pararlo todo, mirar a un lado y ver a esa compañera, a esos amigos.
Mirar al otro y ver a esos invitados, esos amigos.
Mirar al frente y ver el escenario, esperando a que le hagas el amor y todos los amores.
Y que miráis un poco más allá y veis al público, gente muy querida y gente desconocida, todos en una misma vibración, en un mismo lenguaje, en un mismo viaje.
Y que al verlo todo, respiráis y tenéis esa capacidad, que tantas veces nos cuesta, de pararlo todo y antes de arrancarlo de nuevo, dar las gracias por poder vivir momentos así.
Que tal vez algo habéis hecho bien para que la vida traiga momentos así.
Y que sientes que amas lo que haces y con quién lo haces. Y sientes que tienes sentido.
Que todo tiene durante un largo rato el sentido que demasiadas veces durante el día a día, olvidamos que todo tiene.
Y salís a actuar y todo es, todo aquello que ya no se puede escribir, porque para eso, deberíais haber estado allí.
Y acaba ese apoteósis final y la gente se levanta, se pone de pie para aplaudir poesía.
Y hasta los padres de ese hogar, llamémosle L'Oncle Jack, dicen después, que es increíble que toda una sala se ponga en pie para aplaudir poesía oral.
Y que la satisfacción esté en el rostro de todo el mundo.
Y de la tuya, como un familiar que llega para quedarse.
Imaginad que eso pudiera ser cierto.
Y ahora imaginad que no estáis imaginando.
Que todo eso sucedió el viernes 4 de Noviembre en el Oncle Jack.
Y que la vida desde esa noche es mucho más bonita y te dice al oído:
"Da las gracias a todo y para un instante el tiempo, cada día, para recordar la suerte de que te rodee, lo que te rodea".
Gracias a todos por esa noche mágica.
L'ONCLE JACK (L'Hospitalet)
4 de Noviembre 2016
IÑAKI NAZABAL + IAN SALA
SALVA SOLER + ANDREA PORCAR
Invitados: JAUME MUÑOZ y HECTOR HUVE
Hay noches que se quedan grabadas por muchos motivos.
Y algunas se quedan grabadas, a fuego, por todos los motivos.
Imaginad que tenéis la fortuna de estar programados en un festival prestigioso que se celebra en un local tan acogedor que ya es casi como un hogar.
Imaginad que además ese recital lo compartís con vuestra media naranja artística, con la que hacía mucho tiempo que no coincidíais en escena.
Imaginad, además, que en el cartel, coincidís con dos amigos, a los que admiráis por muchos motivos y sobretodo por su calidad artística y humana. Y que en ese recital os iréis alternando, recogiendo la energía de ellos y dejando la vuestra.
Imaginad que, además, podéis colaborar y hacer un par de piezas juntos preciosas, emotivas, de una calidad excelsa, gracias al buen entendimiento que surge de la propia relación humana.
Imaginad, además, que dos artistas a los que admiráis profundamente por lo que escriben, pero sobretodo por lo que son, sin más floritura que lo que emanan en esencia, aceptan desinteresadamente colaborar en ese recital e interpretar una pieza cada uno.
Uno, que digamos se pudiera llamar Hector Huve, incluye uno de sus poemas de luz en uno de los nuestros, llamado 3600 segundos. Y el resultado es asombroso.
Imaginad que el otro, llamado, por ejemplo, Jaume Muñoz, confluye junto a tu compañera escénica, llamémosla Andrea y crean una pieza que partiendo de la Vie en Rouge, entra en una vorágine de miedo subconsciente y regresa a la superficie de esa belleza francesa inicial... Y el resultado es asombroso.
Imaginad que juntos, los seis, creásemos una apoteósis final. Una ráfaga de versos cortos sobre un colchón de música creada en el momento. Y el resultado es absolutamente asombroso, cerrando el espectáculo con un broche de diamantes enérgicos.
Imaginad, además, que el público abarrota el local. No cabe un alma más.
Imaginad, además, que ese público, desde el minuto uno está volcado, entregado, se deja viajar con vosotros, se emociona, ríe, llora, genera silencios llenos, igual que estruendos de palmas.
Y que establece un feedback con los artistas de aquellos que no se pueden explicar si no crees en lo intangible.
Imaginad además que todo esto dura casi dos horas y cuarto y se hace corto.
E imaginad que por un momento, tenéis esa capacidad que tantas veces nos cuesta, de pararlo todo, mirar a un lado y ver a esa compañera, a esos amigos.
Mirar al otro y ver a esos invitados, esos amigos.
Mirar al frente y ver el escenario, esperando a que le hagas el amor y todos los amores.
Y que miráis un poco más allá y veis al público, gente muy querida y gente desconocida, todos en una misma vibración, en un mismo lenguaje, en un mismo viaje.
Y que al verlo todo, respiráis y tenéis esa capacidad, que tantas veces nos cuesta, de pararlo todo y antes de arrancarlo de nuevo, dar las gracias por poder vivir momentos así.
Que tal vez algo habéis hecho bien para que la vida traiga momentos así.
Y que sientes que amas lo que haces y con quién lo haces. Y sientes que tienes sentido.
Que todo tiene durante un largo rato el sentido que demasiadas veces durante el día a día, olvidamos que todo tiene.
Y salís a actuar y todo es, todo aquello que ya no se puede escribir, porque para eso, deberíais haber estado allí.
Y acaba ese apoteósis final y la gente se levanta, se pone de pie para aplaudir poesía.
Y hasta los padres de ese hogar, llamémosle L'Oncle Jack, dicen después, que es increíble que toda una sala se ponga en pie para aplaudir poesía oral.
Y que la satisfacción esté en el rostro de todo el mundo.
Y de la tuya, como un familiar que llega para quedarse.
Imaginad que eso pudiera ser cierto.
Y ahora imaginad que no estáis imaginando.
Que todo eso sucedió el viernes 4 de Noviembre en el Oncle Jack.
Y que la vida desde esa noche es mucho más bonita y te dice al oído:
"Da las gracias a todo y para un instante el tiempo, cada día, para recordar la suerte de que te rodee, lo que te rodea".
Gracias a todos por esa noche mágica.
Imaginar, imaginar, ¡que tontería, acaso se puede imaginar la magia!
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